Archivos Mensuales: junio 2018
Lynn Hunt, historiadora norteamericana: “Los seudopopulistas podrán desafiar el conocimiento, pero no podemos vivir sin él”

La académica presenta History: Why it matters, un volumen amigable y provocador donde la autora de La invención de los Derechos Humanos instala viejas y nuevas preguntas sobre la disciplina.
Fuera de la academia, que es el ámbito de Lynn Hunt (Panamá, 1945), los lectores hispanohablantes vinieron a saber en 1998 de la historiadora estadounidense gracias a La verdad sobre la historia, libro publicado originalmente cuatro años antes, junto a sus colegas Joyce Appleby y Margaret Jacob. En él, y a distancia de positivistas y de posmodernos, las autoras se hacían cargo de la fragmentación del conocimiento histórico y de nuestra pérdida de contacto con la verdad histórica, que para varios “posmos” era, como toda verdad, una cuestión de perspectiva. Un relato como otros relatos.
Exponía Hunt sus puntos entonces como los expone en 2018, cuando es Investigadora Distinguida de la UCLA tras erigirse como autoridad mundial en el estudio de la Revolución Francesa, ser presidenta de la American Historical Association (2002), protagonizar el “giro cultural” de su disciplina y dedicarse a la historia global. En abril publicó un libro por encargo que sintetiza su visión de la historia y del oficio de historiador, proponiendo una panorámica que puede interesar a cualquiera.
History: Why it matters (2018) es parte de una serie de libros de la editorial Polity que destacan la importancia de abordar ítemes como la antropología y los clásicos. Acá, habla desde un presente en el que vivimos “obsesionados por la historia”, pero también con una “profunda ansiedad por la verdad histórica”. Con un cierre que cita a Cicerón (“¿Qué valor tiene una vida humana si no se entreteje con la de nuestros ancestros en el registro histórico?”), propone que hoy la historia “importa más que nunca”.
– ¿Tenía algo preparado cuando le hicieron el encargo?
– Nada. Me tomó trabajo definir qué era lo más importante, especialmente en el clima de mentiras políticas y de autoritarismo que arrasa en varios lugares del mundo, partiendo por mi país.
– ¿Los historiadores están perdiendo la batalla frente a la posverdad y los “hechos alternativos”, que menciona en el libro?
– No. Ellos aportan conocimientos esenciales respecto de los hechos y de la verdad. Los seudopopulistas autoritarios podrán desafiar el conocimiento en todas sus formas, pero al final la mayoría entiende que no podemos vivir sin el conocimiento que hemos adquirido.
– ¿Le parece que la verdad histórica o la validez de un juicio parecen depender hoy de la fuente que las origina? Alguien podría objetar, por ejemplo, que su libro cite a Marco Aurelio, por el solo hecho de ser un emperador.
– La historia es una ciencia, en cuanto descansa en la puesta a prueba de hipótesis a partir de la recolección sistemática de evidencia, pero también es un arte (el arte de contar una historia). Exige adiestramiento -o al menos experiencia- en los archivos y, para ser realmente exitosa, también requiere ingenio. La verdad histórica, tal como la verdad científica, depende de la perspectiva del investigador, pero no completamente. Tú puedes triangular tu propia visión con las de otros que tienen experiencia o formación en un área, y así corregir tus propios sesgos. Y ciertamente importa que Marco Aurelio haya sido un emperador, pero también que haya conseguido interpelarnos a través de los siglos.
– En cuanto a los monumentos y a quienes quieren botarlos en Estados Unidos y otros países, ¿cuál es su visión?
– Para tomar hoy una decisión acerca de un monumento, debemos saber lo que este ha representado en el tiempo que media entre su construcción y el presente. Luego, debemos decidir si podría/debería ser protegido, como un recordatorio o como parte del patrimonio, o si debería eliminarse, en tanto instrumento permanente de opresión. La mayoría de las veces, los “monumentos” del pasado deben ceder su lugar a las necesidades de nuestros días, pero no siempre, y el punto está en cómo decidir. Los historiadores están para ayudarnos a tomar una decisión y para explicarnos lo que está en juego, no para decidir por el resto.
Revoluciones
– Usted fue recién la cuarta mujer en ingresar al Departamento de Historia de la U. de California en Berkeley. ¿Diría que el camino arduo que las historiadoras han recorrido las hace ver la historia de un modo distinto?
– Hay mayor igualdad de género ahora, pero estamos lejos de una completa igualdad. El camino recorrido por las historiadoras las impulsa a ver el pasado de otro modo, pero los hombres que tomaron ese camino empinado y sinuoso también pueden verlo de otro modo. Eso sí, tener un ángulo diferente no implica que termines viendo el pasado de un modo completamente distinto. En último término, la visión de cada quien depende de la síntesis de muchos ángulos de observación.
– “Es muy difícil tomar distancia de nuestros propios grupos y ver el panorama completo”, se lee en su libro. ¿Puede haber ahí una entrada para abordar las políticas y las historiografías identitarias?
– No me opongo a las historias de identidades, pues han jugado un papel importante en darles voz a las minorías y a las mujeres. Pero no pueden ser la única historia. Necesitamos, por ejemplo, historia de género así como historia de mujeres, y estudios raciales críticos así como estudios de razas particulares, de modo de ampliar nuestro análisis de cómo y por qué las cosas ocurren del modo en que lo hacen.
– Dada la influencia que tuvo en Ud. como estudiante, ¿cuáles fueron sus sensaciones al cumplirse medio siglo de Mayo del 68?
– No sólo Mayo despertó mi interés en las revoluciones. Habiendo crecido en los 50 y habiendo ido a la universidad en los 60, me habría sido imposible ignorar en el movimiento por los derechos civiles, la guerra de Vietnam o las luchas por la liberación femenina. Mi sensación es que el impulso revolucionario de los 60 tuvo muchos efectos positivos, aun si condujo a algunos callejones sin salida. Nos hizo a todos conscientes de cuánto nos han modelado la sociedad y las convenciones sociales.
– Tras medio siglo estudiando la Revolución Francesa, ¿cuál diría que es la lección más valiosa que ha sacado?
– La Revolución Francesa sigue en el centro de mi razonamiento acerca de la historia porque, en su esfuerzo por superar el pasado, la revolución hizo el pasado más interesante como objeto de estudio, como ha mostrado muy bien (el historiador estadounidense) Peter Fritzsche. Así, nos revela que nuestra actitud hacia la historia dista mucho de ser fija o estable.
Bicentenario de la Bandera (Archivo Historico de Punta Alta)
Presentacion La república del fraude y su crisis. Política y poder en tiempos de Roberto M. Ortiz y Ramón S. Castillo: Argentina, 1938-1943 (2/8, Biblioteca Nacional)
Presentación del libro de Ignacio A. López con Miranda Lida, Luciano de Privitellio y Francis Korn.
El libro reconstruye la historia de la política argentina entre 1938 y 1943 en un escenario mundial signado por la Segunda Guerra Mundial. La investigación problematiza el liderazgo presidencial de Roberto M. Ortiz y de Ramón S. Castillo a través del proceso político-electoral, mediante los debates institucionales librados en el Congreso de la Nación y en la opinión pública, y en la dinámica partidaria y el mundo secreto de la política.
Entrada libre y gratuita.
Taller: Historiografia moderna: usos y abusos de la historia antigua clásica (Salta, 27/6)
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS DE ESTUDIOS SOBRE MUJERES (Salta, Prorroga de resumenes)
Ernesto Seman – Embajadores de la clase obrera (18/6, Buenos Aires)
Exposición fotográfica por el centenario de la Reforma Universitaria (12/6, Rosario)

En medio del caos, la familia imperial sueña con volver a gobernar en Brasil

Muchos podrían tomarlo a broma, pero Bertrand de Orleans y Bragança es un hombre serio. A sus 77 años, el príncipe imperial de Brasil tiene claro que el “caos” del país solo tiene una solución: la vuelta al poder de su familia.
“Si la monarquía volviera, sería un alivio. Los brasileños lo celebrarían con una gran fiesta nacional, porque están hartos de la República”, asegura, con voz pausada, el tataranieto de Pedro II, el último emperador de Brasil.
Lo cierto es que el gigante latinoamericano vive tiempos convulsos y, entre huelgas y una desconfianza hacia los políticos cada vez mayor por los constantes escándalos de corrupción, el regreso al pasado no suena tan descabellado para algunos.
Aunque el Imperio brasileño terminó oficialmente en 1889 con la proclamación de la República, los herederos de esa extinta corona siguen reclamando su papel en un encuentro monárquico anual en Río de Janeiro.
La mayoría de brasileños apenas saben de su existencia, pero el suyo es un público fiel. Y este año, un centenar de personas de todas partes del país acudieron al evento el domingo.
Vestidos con sus mejores galas, jóvenes y ancianos saludaban con reverencias a “Su Alteza” antes de entrar a la misa conmemorativa en la antigua capilla imperial, en lo alto del barrio de Gloria.
Casi todos blancos y luciendo un pin de la bandera monárquica, esperaban ansiosos el apretón de manos del príncipe -de traje clásico y corbata granate, alto, flaco- frente a la hermosa iglesia de estilo portugués.
Muchas mujeres y niñas cubrían su pelo con mantillas: las solteras de color blanco y las casadas de negro. “¡Ave, Imperio!”, gritó una sacudiendo una gran bandera monárquica.
“Hoy hay mucha gente pidiendo incluso la intervención militar porque el brasileño no tiene a quién recurrir. Cuando los políticos te dejan de representar, no hay nada que hacer. Yo creo que la familia real tiene personalidades fantásticas, sin comparación con los políticos”, defendía Graciane Pereira, una anestesista de 37 años de Porto Alegre (sur).
Tiempos de gloria
El tiempo parecía ir hacia atrás durante la “misa imperial” en la iglesia donde fueron bautizados don Pedro II (1825-1891) y la princesa Isabel (1846-1921).
El cura, con hábitos especiales dorados y un bonete, estaba acompañado de monaguillos que lanzaban incienso con botafumeiros. Y aunque hizo parte de la ceremonia de espaldas y en latín, alabó en portugués el “pasado glorioso de reyes, emperadores y santos” que, a su ver, encarnan los descendientes imperiales.
Muchos asistentes reivindicaban también con nostalgia esa época “de oro” y estaban convencidos de que países como Noruega, Bélgica, España o Suecia son mucho más avanzados gracias a sus reyes.
“Brasil, en realidad perdió el norte a partir de la caída de la monarquía. A partir de ahí, todo comenzó a ir mal”, dijo Uilian Martins, un pedagogo de 33 años del estado amazónico de Rondonia (oeste).
La familia imperial es “muy buena, gente seria, honesta. Es lo que Brasil está necesitando, pero muchos creen erróneamente que si vuelve la monarquía es como si volviese la esclavitud”, abolida en 1888 por la princesa Isabel, afirma Jose Dearimatea, un jubilado de 83 años, vestido con un elegante traje negro.
Casi como si viera una película, Ana Paula Logrado, una administradora de 41 años que quería visitar la iglesia, no daba crédito al evento y ofrecía un contrapunto a la retórica imperial: “Creo que la corrupción que vivimos empezó, en realidad, en esa época”.
El “charm”
Aunque solo un 10% de los brasileños se pronunciaron por la restauración de la monarquía en una consulta popular en 1993, Bertrand está convencido de que hoy en día esa opción sería mayoritaria.
El brasileño, dice, es “indirectamente” monárquico y prueba de ello son ‘O Rei’ Pelé o las ‘reinas’ de batería de las escuelas de samba.
La propuesta que hace la Casa Imperial de Brasil es implantar una monarquía parlamentaria que dé “estabilidad” y “unión” al país.
“La monarquía tiene cierto ‘charm’ que la República no tiene”, Bertrand, que considera que el PT de Lula es “una secta”. En cuestiones de sociedad, se declara contrario al matrimonio gay y cree que el racismo no existe en Brasil.
Pero no es oro todo lo que reluce, ni siquiera en la Casa Imperial: el príncipe vive desde hace años en Sao Paulo principalmente de donaciones y apoyado por el trabajo voluntario de seis personas, porque el “laudemio” fue concedido a otra rama de la familia que les disputó el trono inexistente hace años.
En realidad, si su sueño se cumpliera, no debería ser Bertrand quien reinara. Teóricamente, lo haría su hermano mayor, Luiz, soltero y sin hijos como él.
Pero Luiz, cuyos 80 años fueron festejados con un banquete tras la misa en su ausencia, hace tiempo que no participa en actos públicos por motivos de salud. Los ojos de los monárquicos están puestos en Bertrand.
Y para el principal interesado, el sueño no parece tan lejano. “Esto es un fruto que está madurando. Nadie sabe cuándo se concretará, pero yo estoy seguro que veré el regreso de la monarquía con mis ojos”, vaticina el príncipe.
3º circular del 2º Congreso Latinoamericano de Historia Indigena (Octubre 2018 – Jujuy)
II Jornadas Nacionales Red de estudios sobre el socialismo argentino – RESA (7/8-6 Bs As)
II Jornadas Nacionales
Red de estudios sobre el socialismo argentino – RESA
Bahía Blanca, 7 y 8 de junio de 2018
Auspiciadas por Departamento de Humanidades de la UNS – Res. CDH857/2017
Programa
Jueves 7 de junio
Centro Histórico Cultural (UNS)
Rondeau 29
14 h: Apertura de las Jornadas
14 h 30 – 16 h 30
Cuestión obrera, cuestión política
La militancia socialista en el movimiento obrero. El caso del gremio de trabajadores en madera y el Sindicato de Ebanistas, Similares y Anexos (1889-1902)
Walter L. Koppmann, Facultad de Filosofía y Letras-UBA/CONICET
El Partido Socialista y la política social bajo los gobiernos radicales: la construcción de la mirada experta
Carlos M. Herrera, CPJP-Université de Cergy-Pontoise
¿Más vale solos que mal acompañados? La política de alianzas del PS del Centenario al Frente Popular
Ricardo Martínez Mazzola, CONICET/UNSAM/UBA
Comentarista: José Marcilese (UNS/CONICET)
17 h – 18 h 30
Los intelectuales y sus críticas
Manuel Ugarte: la patria grande como síntesis del nacionalismo y el socialismo
Roy C. Crespi, Universidad Nacional del Sur
Rodolfo Puiggrós, de la insistente crítica al Partido Socialista a su renovada opción por el peronismo, 1955-1973
Adriana Eberle, Departamento de Humanidades, Universidad Nacional del Sur
Comentarista: Patricia Orbe (UNS-CONICET)
Viernes 8 de junio
9 h – 12 h
El mundo del trabajo en Bahía Blanca : una visita al Museo del Puerto y a FerroWhite
14 h – 17 h
Centro Histórico Cultural (UNS)
Rondeau 29
El Socialismo en espacios locales
Las propuestas de los concejales socialistas en las primeras décadas del siglo XX acerca del uso de los espacios libres en la ciudad de Buenos Aires para las prácticas deportivas y recreativas
Aurelio Arnoux Narvaja, Instituto de Altos Estudios Sociales, Universidad Nacional de San Martín
¿Las mujeres en la política? El rol de la mujer en el Partido Socialista de Córdoba visto a través del periódico Tribuna Socialista (1933-1936)
María Inés Dellavale, CIFFyH – Universidad Nacional de Córdoba
¿Obreristas versus intelectualistas? Un abordaje sobre la crisis del Partido Socialista pampeano en la década de 1930 y sus consecuencias en el corto plazo
Federico Martocci, IESH – Universidad Nacional de La Pampa/CONICET
El desarrollo del Partido Socialista en la Gobernación del Territorio del Chubut a partir de la documentación estatal. 1917-1942
Manuel Gutiérrez, Universidad de la Patagonia San Juan Bosco (Sede Trelew)
Comentarista: Ricardo Martínez Mazzola (UNSAM/UBA/CONICET)
17 h – 19 h
El Socialismo en Bahía Blanca
“La propaganda socialista en el interior”. Discusiones y prácticas en torno a la centralización y a la descentralización en la década de 1920.
Gonzalo E. Cabezas, Departamento de Humanidades – Universidad Nacional del Sur/CONICET
Socialismo y antifascismo en Bahía Blanca. Relaciones e influencias en los orígenes de la lucha antifascista en la ciudad (1926-1928).
Eleonora Ardanaz, Departamento de Humanidades – Universidad Nacional del Sur
Bruno Cimatti, Departamento de Humanidades – Universidad Nacional del Sur/CONICET
Enfrentamientos personales y disciplina partidaria. Algunas observaciones sobre la conflictividad entre afiliados en el Centro Socialista de Bahía Blanca (1918-1926).
Roberto Cimatti, Departamento de Humanidades – Universidad Nacional del Sur
Comentarista: Mabel Cernadas (UNS/CONICET)
RED DE ESTUDIOS SOBRE EL SOCIALISMO ARGENTINO – RESA
Coordinadores: Roberto Cimatti, Gonzalo Cabezas, Carlos M. Herrera